APRENDA INGLÉS

Estudiar el idioma inglés en los años setentas era privilegio de unos cuantos. No se acostumbraba porque no era necesario y solo aquellos que soñaban con viajar a otros países, se costeaban el lujo de aprenderlo.

Poco a poco fueron introduciéndose los colegios privados bilingües –inglés y español- y como un signo de esnobismo, los padres empezaron a preocuparse porque sus hijos se formaran con una segunda lengua.

Tal fue el énfasis que en el inglés hicieron los colegios, que el español quedó relegado y ahora contamos una generación de jóvenes que escriben con buena ortografía sólo aquellas palabras a las que por casualidad le atinan y que tienen una nula habilidad de redacción.

Algunas instituciones queriendo corregir esta desatención a nuestro idioma natal, ofrecen sus servicios publicitando que ellos sí son “verdaderamente bilingües, porque sus hijos aprenderán inglés sin descuidar el español” Algo que me parece bien. Ahora, incluso ya se pueden encontrar alternativas de estudio trilingües y con el tiempo se verá si realmente son o no exitosas.

Sin embargo, la gran mayoría de los mexicanos no tienen acceso a estos privilegios. Dada la diversidad sociocultural mexicana, en donde se cuenta con aproximadamente 287 formas de comunicación actual en uso, cuando en México se habla de “educación oficial bilingüe”, se está haciendo referencia al hecho de mantener dentro de la escuela el uso de una lengua indígena pero integrada a la lengua de la cultura dominante.

Por tanto, la población mexicana que habla el inglés como segundo idioma es sumamente reducida y se sabe que además cuenta con un bajo nivel dominio de la misma. La conversación y pronunciación en la mayoría de los casos son muy deficientes y peor evaluados saldrían todavía si midiéramos la habilidad en la parte de la escritura.

Sin embargo, nos guste o no, el inglés es uno de los idiomas de mayor uso en el mundo. Apreciaciones recientes indican que cerca de 375 millones de personas hablan inglés como su primer idioma y, otros 375 millones lo hablan como su segunda lengua.

Según informes del Gobierno británico, las principales aerolíneas del mundo y el comercio internacional también han adoptado el idioma inglés como idioma oficial. Más del 80% de la información electrónica almacenada del mundo está en inglés y las dos terceras partes de los científicos del planeta leen en dicho idioma. Del total estimado de 40 millones de usuarios de la Internet, un 80% se comunica actualmente en inglés. El inglés es idioma oficial, o tiene un status especial, en unos 75 territorios en todo el mundo.

Y esto aunado al dinámico y creciente fenómeno de la globalización está provocando que los empleadores, cada vez con más determinación, estén incluyendo en sus perfiles de puesto la necesidad de que los ocupantes de las vacantes cuenten con el dominio de este idioma en un buen nivel.

Deseo que se topa con una realidad de rezago, negligencia e ignorancia, no solo del los ciudadanos que no han corrido a las escuelas de inglés a inscribirse, sino del Gobierno y la Secretaría de Educación que solo han lanzado promesas y nada han hecho para evitar que los mexicanos quedemos aún más distantes de los países del primer mundo.

Radhika, representante de una compañía con sede en la India visitó por un par de meses a Monterrey hace poco para que, junto con mi empresa, pudiéramos reclutar al personal que formaría parte de una nueva sucursal en nuestro país. La pobre, todos los fines de semana tenía que llamarme para que le diera al taxista las dirección del lugar al que quería dirigirse, para qué le dijera a la dependienta de alguna tienda el color o tamaño en que quería algún producto, para que le explicara al mesero los alimentos que, por su religión, no podía consumir, etcétera. Conversando sobre esto me decía que era terrible que nuestro país y sobre todo esta ciudad siendo industrial, no estuviera preparada para recibir y albergar a los visitantes que en breve inundarán este lugar.

Ella me explicaba que la ventaja estratégica de la India sobre China es el dominio del inglés, por lo que considera que pronto podrán superar su crecimiento económico al de los chinos. Y mientras, nosotros seguimos pensado que el futuro está lejos y que ya nos preocuparemos cuando llegue el momento. No hemos entendido que el momento llegó hace rato y que, si no hacemos algo rápido, muy rápido, dentro de poco, muy poco, estaremos totalmente fuera de mercado.

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