Emprendedores ¡despierten!

Más valdría que las empresas utilizaran su mecanismo de negación y trataran de declarar inexistente la crisis que las está paralizando.

Una cosa es saber que la economía del país no crece, que hay menores inversiones, que la demanda se ha contraído al mismo tiempo que los costos suben, y otra distinta es sumergirse en cifras y estadísticas de cuántos negocios se han cerrado, cuántas personas han dejado de ser contratadas y cuántas bajas de afiliados al Seguro Social se han dado. La información debe usarse para tomar decisiones de calidad y no para sofocarse en ella, y en la incertidumbre y miedo que genera.

Si bien es cierto que hay que ser cautelosos y evitar operaciones de alto riesgo, también lo es que no pueden quedarse estáticos como algunos lo están haciendo ahora.

Muchos empresarios se han conformado con disminuir sus costos, con mantener un nivel mínimo de operación, quitarles la mayor cantidad de privilegios a sus empleados y rogar para que todo pase lo más pronto posible.

Pero se han olvidado que el competidor ya no está a la vuelta de la esquina y el entorno de su mercado ya no se llama México. Ahora parte de su competencia está al otro lado del mundo y sus productos entrarán pronto a nuestro país con mejoras sustanciales en calidad, desempeño y diseño y, con precios que ofrecerán un alto grado de dificultad para ser combatidos.

Es el momento para hacer una reflexión de sus problemas y fracasos anteriores, para rediseñar metas, revisar procesos, corregir procedimientos, alinear las actuaciones hacia la verdadera misión de la empresa, evaluar al personal, deshacerse de quienes no agreguen valor y contratar a los mejores empleados posibles.

Hoy por hoy, hay muchos profesionistas de calidad disponibles en el mercado, que bien pudieran adherirse a sus sueños por sueldos considerablemente menores a los que costarían en una época “normal”.

Empresarios, si quieren mantenerse en el mercado, despabílense ¡ya!

grios@assesor.com.mx