Cáncer, un mal incosteable
Fecha: 2010
Nuestro país ha sufrido una profunda transformación demográfica. Pasamos de trece millones de habitantes en el año 1900 a más de 100 millones de personas en el año 2000 (Semarnat). Además, el grueso de la población ya no son niños y ni siquiera adolescentes sino adultos jóvenes en edad productiva y por tanto, que están envejeciendo junto con México, lo que incrementa las demandas de salud y con ello, las problemáticas en nuestros sistemas de procuración de este derecho.
Lamentablemente como siempre ha pasado en México, no se prevé ni se anticipan los problemas futuros sino hasta que se tienen enfrente y resulta, que por culpa de esto o de aquello, las clínicas y hospitales están abarrotados y no se dan abasto para atender a los enfermos.
Es triste morir o ver morir a la gente que se ama, pero lo es más cuando esas muertes podrían ser evitables. Morir por falta de recursos económicos, por falta de atención médica o por negligencias en los “profesionales” de salud, es imperdonable.
Salomón Chertorivski, comisionado nacional para el seguro popular, al referirse a la insuficiencia por parte del Instituto Nacional de Cancerología (Incan) para atender a los pacientes con estos males, dice con imprudencia que no es que hayan subido los casos de pacientes con cáncer, sino que ahora hay más mujeres que buscan atención a estas enfermedades y muchas otras no abandonan su tratamiento como lo hacían antes, gracias a la incorporación gratuita por parte del seguro popular.
En pocas palabras está diciendo que no es que haya más enfermos de cáncer (algo que es falso) sino que antes estos morían por falta de atención médica o de recursos económicos para pagar por ésta. Pero ahora que la atención se ofrece gratis, también se morirán porque el sistema de salud de México no tiene suficientes recursos para atenderlos.
Un enfermo de cáncer cuesta o gasta en promedio de $160 a $230 mil pesos por año en su mal. Esto, claro, si recibe atención pública. Si desea una privada, el costo es mucho más elevado.
Por eso más vale que nosotros sí podamos prevenir a tiempo una enfermedad e invertir un poco en algo que nos traería muchas recompensas, como la salud.
graciela.rios@publimetro.com.mx