¿Con foto o sin foto?
DISCRIMINACIÓN LABORAL}
GRACIELA RÍOS
¿A qué le tienen miedo a aquellos que no quieren poner su fotografía en el currículum vitae? Se resisten a incluir una imagen de sí mismos apelando a una discriminación que saben que existe en nuestro país, intentando ignorar que esta se pondrá de manifiesto ante cualquier otro dato que se encuentre dentro de su currículum vitae, no solamente ante su fotografía.
Temen ser descartados cuando concursan a un puesto porque no cumplen con los estándares de belleza a los que la mayoría aspira. Y si los dueños de empresas no la poseen, piensan que seguramente intentarán rodearse de esta a través de las cualidades de aquellos a quienes emplean. Pero cada vez que alguien se resiste a poner su foto, parecería que gritara: “soy feo” “soy narco”, “mejor no me conozcas”.
Creen que, por ser prietos, de pelo oscuro, ojos cafés, chaparros, gordos o viejos, no los van a contratar. Como si en nuestro país estuviéramos rodeados de rubios de ojos claros, delgados, atléticos y guapos. Como si nuestra raza fuese pura y no el resultado de una mezcla interracial. Como si no nos fueran a conocer algún día y al hacerlo, no nos rechazaran por los mismos motivos al tenernos frente a frente.
Podríamos desear ser como los suecos, los ingleses o los nórdicos, pero no lo somos. Somos mexicanos marcados en su mayoría por características indígenas. Y hoy por hoy, nos rodean más asiáticos que estadounidenses. Así es que, si no eligieran a cualquiera de nosotros, así, con nuestros rasgos, seguramente elegirían a alguno de los otros, de tal forma que nadie tiene ventaja sobre nadie.
Amachados en la defensa antidiscriminación muchos se resisten a entender que una imagen tiene muchas más posibilidades de ser recordada que un conjunto de caracteres. No por nada el televisor desplazó los programas de espectáculos y teleseries de la radio.
Por otra parte, la apariencia física no es el único factor de discriminación que padecemos en nuestra cultura. También se discrimina por el tipo de carrera que se eligió para estudiar, las instituciones en las que ésta se cursó, las calificaciones obtenidas; la colonia en donde se encuentra el domicilio del concursante; la cantidad de puestos que ha desempeñado durante su trayectoria profesional; el tipo de empresas en las que ha laborado; el nivel jerárquico desempeñado, el rango de sueldo que posee, etcétera.
Lamentablemente los habitantes de nuestro país hacemos juicios y tenemos prejuicios casi de cada cosa que se cruza frente a nuestros ojos. Por lo mismo, un candidato puede tener todas las cualidades y, aun así, pudiese ser descartado en el concurso a un puesto simplemente porque se considera que es demasiado bueno para la posición o que todas sus virtudes harían sentir mal al resto de sus compañeros.
Esto es, la discriminación es una vía de dos sentidos. Tanto se discrimina a quien no cumple con un grupo de características deseadas, como se discrimina a aquel que sí lo hace, simplemente porque no le cayó bien al que podría ser su jefe inmediato.
Incluso algunas empresas contratan personas de inteligencia promedio y si se escapa alguno que sobrepase ese estándar, será rechazado por sus compañeros de trabajo y estos harán lo posible para que sea despedido.
Existe diferencia entre discriminar y seleccionar. La primera es absoluta, por ejemplo, no contratar mujeres (ni bonitas ni feas, ni altas ni bajitas, ni gordas ni flacas) o no contratar a nadie de piel oscura.
Ahora bien, si se tiene tanto temor a ser discriminado, por qué los candidatos no revisan o eliminan sus publicaciones en sus redes sociales. Muchos se exhiben haciendo payasada y media, usando armas, arriesgando su vida, borrachos, enfiestados, sin camisa, en ropa provocativa, en poses eróticas, en pijamas, creyendo que eso es simpático ante los ojos de sus familiares y amigos, pero ¿qué hay de sus futuros empleadores?
Si se sabe que todo lo que se sube a la red es público y si se tiene miedo a ser rechazado por algo inevitable como son las características físicas, ¿por qué se piensa que no lo serán por aquellas cuestiones de conducta y comportamiento que sí se podrían controlar?
Una prueba más de que solo se repiten conceptos sin reflexionar más allá de estos.
graciela.rios@publimetro.com.mx